San Sebastián

Conocido como el barrio de los batanecos tuvo cerca de 800 telares. En el siglo XIX se convirtió en barrio de élite, con hermosas viviendas.

El templo de San Sebastián
El solar destinado a la construcción del templo era una manzana completa. El templo fue concluido en 1784, diseñado en pequeñas proporciones, contaba con tres naves. La talla de la escultura del santo patrono fue realizada por Martín Abarca, Mateo Álvarez y Teodoro Flores. En 1874, 1917, 1918 y 1976 los sismos destruyeron el templo, tras los últimos sismos se restauró la fachada original y se transformó el interior, suprimiendo los pilares que formaban las tres naves y modificándose el techo, bajo la dirección del ingeniero Eduardo Aguirre. La iglesia fue estrenada en 1987.
 
Edificado en estilo neoclásico, conserva su fachada de portada sencilla. Cuenta con cuatro columnas de fuste liso, con capiteles inspirados en el orden compuesto. Las columnas soportan un frontón triangular, al centro se representa la Santísima Trinidad como un triángulo, destacado por rayos convergentes, en altorrelieve.

La capilla de la Virgen del Manchén, aloja la consagrada imagen de tradicional veneración en la capital. El culto al Padre Eterno, los días miércoles, es una las actividades sociales más importantes del barrio. Originalmente, la imagen estuvo en el templo de Jocotenango, pueblo integrado por indígenas de origen Kaqchikel, situado a seis cuadras al norte de la iglesia de San Sebastián. 

El templo de Santa Teresa
Las religiosas se establecieron en 1779, aunque la primera piedra del templo fue colocada en 1816 siguiendo planos del arquitecto Santiago Marquí. El edificio fue dañado por sismos en 1863 y 1902, sin embargo, los terremotos de 1917 y 1918 destruyeron completamente el templo, por lo que tuvo que ser reconstruido. En 1960 la iglesia fue entregada a la orden de los carmelitas. En 1968 el encargado de los trabajos de la cúpula, fue el maestro tallista Luis Aquino. El terremoto de 1976 volvió a dañarla, fue reconstruida y finalizada en 1978.
 
Nada queda de la estructura original del templo carmelita. La fachada está enmarcada por dos torres campanarios. La portada consiste en dos niveles constituidos por pilastras con una variante de frontón en la parte superior. Posee una capilla dedicada a Jesús Nazareno del Rescate, que junto a imágenes de la Virgen de Dolores, Santa María Magdalena y San Juan, recorren las calles los Miércoles Santos. De valor artístico son los cuadros del Ángel de la Guarda, la Asunción de la Virgen y la Virgen de los Desamparados de Valencia, y una escultura de San José.

La Facultad de Ciencias Naturales y Farmacia
En 1919, el predio al suroriente del templo fue asignado a la Facultad de Ciencias Naturales y Farmacia, inaugurándose el edificio, diseñado por el arquitecto Roberto Hoegg, en 1928. Cuando se inauguró la Ciudad Universitaria, se transformó en laboratorio. La fachada poniente del edificio posee una balaustrada con motivos fitomórficos en concreto que limita el pequeño jardín. Sobre el ingreso, para formar un pórtico, se eleva una torrecilla que aloja un reloj, símbolo del barrio.

El tanque de La Soledad
La tradición oral lo ubica como escenario de las apariciones de la Siguanaba y de la Llorona. Esta pila fue construida en 1814, por orden del párroco Juan José Batres y luego trasladada al zanjón. De la pila original solamente se conservan las losas del ingreso. En la actualidad cuenta con 14 lavaderos. Desde su ubicación original hasta el punto actual, la pila ha sido un importante sitio de confluencia social.
 
Parque Isabel La Católica
El 12 de octubre de 1915 se inauguró el parque a Isabel La Católica. Fue el deseo de un español, Ricardo Pérez, propietario de los potreros de Corona. El monumento fue realizado por Antonio Doninelli y re-presenta, en estilo modernista, a la reina sobre un pedestal que tiene motivos mudéjares. Frente al monumento, se construyó una fuente con un mapa de América en relieve. Se circuló el parque con verja de hierro.