Basílica de Nuestra Señora del Rosario
Con el traslado de la ciudad, los dominicos recibieron un predio de 300 varas de extensión de norte a sur y 400 de poniente a oriente. En 1788 se concluyó el convento definitivo. Los planos definitivos y la dirección de obra estuvieron a cargo de Pedro Garci Aguirre. A pesar de que se había prohibido construir cubiertas de bóveda en la ciudad, el templo fue coronado con una de ellas, la cual fue terminada en 1803. La iglesia fue concluida en 1808. Luego sobrevino un período de agitación por expulsiones de la orden por los gobiernos liberales.
Tras los terremotos de 1917 y 1918, se contrató a Juan Domergue para la reconstrucción de la bóveda; se utilizó concreto y se reparó toda la cubierta. El altar fue comprado a Giocondo Granal. En 1924 se inauguró la capilla del Señor Sepultado. En 1933 se bendijo nuevamente el templo, para la consagración de la imagen de la Virgen del Rosario, que se realizó el 7 de enero de 1934, la cual fue encargada por fray Lope de Montoya en 1580 y realizada por Nicolás Almaina, Lorenzo Medina y Pedro Bozarráez. El detalle de la luna bajo sus pies es obra de Nemesio Gutiérrez, de 1929, y la aureola o chispa fue restaurada en 1934 por Benjamín Granados.
En 1960 se colocó un nuevo altar mayor. En 1968, la iglesia fue declarada Monumento Histórico; el mismo año, la iglesia fue elevada al rango de basílica menor; el altar mayor fue trasladado bajo uno de los arcos del coro bajo, las obras se concluyeron en 1969. El terremoto de 1976 dañó nuevamente la iglesia. Se colocaron las esculturas de santo Domingo de Guzmán, santo Tomás de Aquino y san Vicente Ferrer en la cúspide de los campanarios y sobre el frontón. En 1992 fueron robadas cuatro pinturas del apostolado del templo, atribuidos a Pedro de Zurbarán, afortunadamente fueron recuperadas. En el atrio se encuentra el Monumento a fray Bartolomé de las Casas, diseñado por Tomás Mur, fundido en bronce e inaugurado en 1896.
El diseño de Pedro Garci Aguirre contempló una iglesia al fondo de un espacioso atrio. La fachada corresponde al neoclasicismo; en el que destacan sus columnas y frontón, sin embargo, aún conserva movimiento de masa mural barroca. Posee cinco naves, dos para capillas, dos procesionales y la central. En el extremo sur, se encuentra la capilla del Sagrario, con el altar de mármol de 1860 que tuvo la Catedral y piso de mosaico. En el transepto sur se halla el acceso a la capilla de Santo Domingo, con altar neoclásico, que comunica al antiguo panteón (ahora capilla del Señor Sepultado). Allí se encuentra la venerada imagen de Cristo yaciente, tallada probablemente en 1852.
El Hospital de Belén
A la Orden Hospitalaria de Nuestra Señora de Belén, le fue asignada un predio en el barrio de Santo Domingo. En este Monumento Histórico, se gestó en 1813 la Conjura de Belén, que consistió en una serie de reuniones con participación de personas indígenas, mestizas y criollas en un intento de solución política distinta a la que se produjo en 1821. Las Hermanas de Nuestra Señora, reciben el recinto en 1860, y establecen un centro de enseñanza femenino. Originalmente, la parte oriental sirvió de huerta y de jardín; existía una amplia bodega y se elaboraba cerveza. La expulsión de las religiosas y expropiación de sus bienes, en 1872, permitió al gobierno quedarse con el edificio, que continuó siento usado como centro femenino de estudios.
Belén
Templo de pequeñas dimensiones y sin atrio, quedó destruido en 1918, se proyectó una portada de cemento armado. En 1968, la iglesia ya estaba concluida. Volvió a sufrir con el terremoto de 1976 y, en el decenio de 1990, fue restaurada, con bóveda de cañón y linternillas, de fachada sobria, el interior es de una sola nave. El altar mayor se encargó a Rubén Márquez, posee tableros tallados, en color natural, con escenas de la vida del Hermano Pedro. Al estar dedicado a Nuestra Señora de Belén, las imágenes que han presidido el templo integran la Sagrada Familia, es decir san José, la Virgen María y el Niño Jesús.
San Miguel de Capuchinas
Las Hermanas Clarisas Capuchinas trasladaron los retablos en 1779, la iglesia, dedicada al arcángel San Miguel, fue estrenada en 1789 con cubierta con teja y artesonado. El templo fue reparado en 1895 y después de 1918. En el templo se colocó una pintura, realizada por Tomás de Merlo de la Virgen del Pilar de Zaragoza, con las primeras religiosas llegadas a Guatemala. Entre las imágenes del templo, se encuentra la talla de Jesús de la Borriquita, elaborada por Raymundo Vielman y encarnada por Manuel Barillas Castilla a finales del siglo XIX como una advocación del Sagrado Corazón de Jesús.
En 1965 se inició el proceso de restitución del artesonado, se tomó como modelo el coro bajo, que conservaba el techo original, área que se usaba como sacristía. La fachada diseñada por Bernardo Ramírez presenta tres calles y dos cuerpos. Las pilastras almohadilladas y el movimiento de masa mural hacen la fachada ultrabarroca. El remate, de perfil sinuoso y los pináculos completan el efecto. Posee una ventana coral octogonal. El altar mayor es una obra neoclásica, con una sola hornacina, para la imagen de la Virgen del Pilar de Zaragoza, obra barroca con resplandor dorado.
Beatas de Belén
A la rama femenina de los betlemitas se les asignó una manzana separada del Hospital y convento de Belén. Gran parte del terreno era huerta, pues las construcciones se edificaron en el ángulo de la 9ª Avenida y 14 calle. El templo original parece haber sido modesto. En 1850 se inició la construcción de la iglesia definitiva y se concluyó en 1853, a cargo del maestro constructor M. Rivera. Sin embargo, tuvo que ser reedificado y, en 1901, se inauguró con bóveda y cúpula. Fue destruida por los terremotos de 1917 y 1918, por lo que debió reconstruirse. En 1933 estaba por ser concluido, según una nota de la época de “estilo renacimiento español”. La fachada se reconstruyó de acuerdo con el diseño original, con dos cuerpos. En lugar de los dos campanarios, se construyó una espadaña para cuatro campanas. En 1944, la iglesia fue entregada a la congregación Maryknoll.
Es de una sola nave, con una capilla lateral, dedicada al Señor de Limpias, conocido posteriormente, como Nazareno de la indulgencia debido a la epidemia de cólera. También se encuentra la escultura de Nuestra Señora de las Victorias. Sin duda, el personaje más célebre que vivió en el Beaterio fue la madre Encarnación Rosal (Quetzaltenango, 1820-Ecuador, 1886), beatificada en 1997. El templo fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1998.
La Universidad Popular
En 1948 se inició la construcción del edificio a cargo de Carlos Fuch y Manlio Ballerini. En 1953, luego de un concurso se adquirió el mural “Canto al Sudor” de Galeotti Torres. En 1954, ya se utilizaban el gimnasio y las oficinas. La obra es un elegante conjunto Art Decó, en el que se destaca la iluminación interna y la escalera circular.
Edificio de Sanidad
Construido en la huerta del Beaterio de Belén, en 1937 se inauguró el Edificio de Sanidad, diseño de Roberto Cordón y Rafael Pérez de León. La obra es un excelente estudio de estilo Art Decó. Se ingresa tras un pequeño jardín por la 9ª Avenida. Presenta una secuencia de planos volumétricos con decoración geométrica. La puerta de bronce también es Decó, elaborada en el taller de Marcel Choiselat. En el segundo nivel se encuentra el salón de conferencias.
La Sociedad de Auxilios Mutuos
Fundada en 1900, se realizó en 1927 un proyecto de Domergue y Kuba, para construir un local social más amplio. Debía contar con biblioteca, un salón para teatro o baile, escenario, camerinos, comedor, despensa, billares y plaza deportiva. En 1931 ya casi estaba concluido pero la crisis económica afectó el proyecto, el gobierno de Jorge Ubico lo adquirió e inauguró en 1938 como sede del Organismo Judicial.
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