El Carmen
En el barrio de El Sagrario se encuentra la iglesia de El Carmen. En Panchoy, esta iglesia surgió como forma del culto a la Virgen del Carmen como libertadora de las ánimas del Purgatorio, según el cual quienes portan el escapulario serían librados del lugar de purificación. Fue autorizada en 1638 y fue destruida por los terremotos de 1717. El templo actual, en ruinas, fue construido hacia 1728, por tres indígenas de Jocotenango; Juan López, Manuel García y Timoteo Núñez. No se ha localizado aún al diseñador del proyecto. Contaba con una casa para la cofradía del Santo Escapulario .
En templo en La Ermita fue inaugurado en 1814 y patrocinado, en buena medida, por la familia Aycinena. Los terremotos de 1917 y 1918 destruyeron gran parte del templo. Fue reparada por Juan Domergue en 1928 . Al decir del sacerdote Juventino Arbizú, fue la “iglesia de moda”, especialmente para matrimonios. El terremoto de 1976 volvió a destruir el remate de la fachada, con parte de la bóveda y otros daños en el interior. Se destrozó el órgano que había importado de Italia el sacerdote Eugenio Nevi en los años 30. Los trabajos de restauración se iniciaron en 1980. El obispo auxiliar, Marco Aurelio González, abrió como capilla el área de la vivienda del sacerdote e hizo peregrinar la imagen de la Virgen para recaudar fondos . En julio de 1981, la iglesia estaba reparada y solamente estaban pendientes trabajos internos de decoración .
El templo de El Carmen es un excelente ejemplo del Neoclásico en Guatemala. Presenta una fachada ornada con columnas toscanas, que sostienen un frontón semicircular. Sobre éste, se encuentra un remate, también semicircular, decorado con un círculo. Este remate se repite en todos los colaterales. Posee dos torres con pilatras toscanas. El ingreso está delimitado por un arco rebajado inscrito en un arco de medio punto, a modo de arco rehundido. La portada lateral repite el diseño de los arcos, flanqueados por columnas jónicas y frontón semicircular. Es de planta de cruz latina. El interior tiene una sola nave, con altares colaterales y coro alto, con barandilla de madera policromada.
Todos los retablos son de estilo neoclásico, con pilastras decoradas con grutescos y paneles a los lados. Solamente tienen una hornacina, con arco de medio punto y protegida con vidrio. Tienen un remate también decorado con grutescos. Del lado de la epístola, hacia el ingreso, se encuentra el altar del santo carmelita Ángel de Sicilia. Los símbolos del retablo en los paneles son haz de trigo con tres coronas, y la espada, tridente y lanza, pues fue martirizado por los cátaros en 1226. A continuación está el altar de san Juan Bautista, escultura barroca, cuyos paneles tienen los símbolos del estandarte y un altar. En el brazo del transepto está el altar de santa Ana, escultura barroca protegida por fanal. El espacio entre el retablo y el arco en que se inscribe está decorado con grutescos. Continúa el altar de Jesús Nazareno. Presenta columnas corintias dobles, arco con decoración en forma de dosel, fanal y una urna para la Virgen del Tránsito que perteneció originalmente a la Escuela de Cristo. En el crucero, se encuentra la escultura de vestir del Sagrado Corazón de Jesús. El altar mayor presenta una composición ondulante en columnas corintias y remate. La única hornacina es para la Virgen del Carmen, de aspecto manierista y, probablemente, del siglo XVII. A los lados se encuentran esculturas de vestir de santa Teresa y san Juan de la Cruz, en orden de primacía. En el presbiterio se encuentra una hermosa lámpara de cristal.
En el brazo del transepto, lado del evangelio, se encuentra el altar del Cristo de Esquipulas. La imagen es una hermosa reproducción del Crucificado del taller de Quirio Cataño. Fue entregado a El Carmen en 1701, en Panchoy, y consagrado en 2001. Es una talla encarnada, de tez morena. El retablo tiene columnas corintias y, en el remate, presenta los símbolos del martirio: lanza, hacha, jaras y carcaj, maza, laurel y palma, así como banderas y pendón; a los lados se encuentran los símbolos eucarísticos del copón y el cáliz. A lo largo de los años se han acumulado algunos exvotos en los paneles del retablo. Sigue en el mismo brazo, una pintura de la Virgen de la Luz, recibiendo los corazones y sacando un ánima del purgatorio. Probablemente sea una pintura de la antigua iglesia de los jesuitas. El siguiente altar es el de san José, cuyos paneles presentan laureles y azucenas. Después, está el ingreso lateral. Para culminar con el altar a san Elías, personaje bíblico que dio origen a la vida eremítica en el monte Carmelo, Palestina. También se encuentra en el transepto, la imagen de vestir de san Simón Stock, a quien la Virgen entregó el escapulario.
- Annis, Op. Cit., página 215.
- Hernández, Op. Cit., página 55.
- La Hora, 26 de noviembre de 1980, página 9.
- La Hora, 16 de julio de 1981, página 2.
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